La Presión de los Neumáticos en la Conducción Todo Terreno, Fuera de Carretera
¿Cuál es la presión adecuada de los neumáticos en la conducción todo terreno, fuera de carretera? La respuesta en este caso no es tan obvia, como la que daríamos en el caso de la conducción por carretera, la presión de los neumáticos en conducción normal debe ser la que indica el fabricante del neumático.
En esta entrada de blog nos vamos a referir a la presión adecuada o, por así decirlo, más efectiva en la conducción 4x4, en la conducción fuera de asfalto, por los distintos tipos de terreno.
A la hora de determinar qué presión es más efectiva para circular deberemos fijarnos en el tipo de terreno en el que vamos a circular. En cualquier caso, todo lo que podemos decir al respecto viene también condicionado a otros factores como el peso de nuestro vehículo, el tipo de neumático que calcemos, así como, al tipo de llanta que tengamos.
Sí bien existe en el mundo del 4x4, off-road, casi una unanimidad en que hay que bajar presiones en la conducción fuera de asfalto, el tema no es del todo pacífico en cuanto a qué presiones llevar en cada caso. Así, según con quien hablemos o leamos encontraremos que existen diversas opiniones al respecto.
En primer lugar, convendría aclarar que, con la modificación de las presiones a la baja, se persigue una finalidad principal, aumentar la superficie de contacto del neumático con el suelo, para conseguir mayor tracción en determinados terrenos. Esta, en mi opinión es la finalidad principal, la que por sí misma justifica la bajada de la presión.
A su vez, obtenemos otras ventajas, pero que son, como digo, menos importantes y que, por sí solas, a mi juicio no justifican esta medida. Estas ventajas, digamos accesorias, pueden ser desde conseguir una mayor flexibilidad de los neumáticos para mejorar su adaptabilidad al terreno obteniendo así una mayor comodidad para pasajeros y carga, o suavizar el trabajo de los distintos componentes mecánicos del coche, suspensión, diferenciales, etc e, incluso, conseguir ser más respetuosos con la naturaleza, reduciendo el impacto en el desgaste de los caminos, al aumentar la tracción.
Cómo decimos, el motivo principal que conseguimos al bajar la presión de los neumáticos es obtener una mayor superficie de rozadura, de contacto de la goma con el terreno, especialmente en terrenos blandos, como barro, arena, gravilla e, incluso, nieve. En este tipo de terrenos, al contar con mayor superficie de rozadura, se consigue que la superficie del neumático en contacto con el suelo sea mayor de forma que obtengamos una mayor tracción. Un neumático con presión más baja ensancha su banda de rodadura, de forma que aumenta la superficie de contacto con el terreno mejorando la tracción.
En el caso de roca o piedra relativamente grande y redondeada también es conveniente bajar presiones, en este caso, además de ganar mas superficie de rozamiento se consigue una mejor adaptabilidad del neumático con la roca de forma se consigue un mejor ataque sobre las rocas y, en consecuencia, una mejor tracción.
Pero, cuánto bajar la presión o a que presión es conveniente llevar las ruedas según al terreno con el que nos encontremos.
Una recomendación podría ser, por ejemplo, la siguiente:
- Arena; 0,8 bar / 12 psi
- Barro o nieve blanda; 1.2 / 18 psi
- Gravilla; 1.5 bar / 22 psi
- Rocas Grandes; 1 bar / 14 psi
Estas presiones son bastante aceptadas, aunque deben ser puestas en relación, como hemos dicho, con el tamaño y peso del vehículo que conduzcamos, con el tipo de neumáticos que calcemos y con el tipo de llantas que llevemos. En mi opinión, la presión que recomiendan para arena es demasiado baja, yo no suelo bajar tanto, a mi dejar la rueda entre un bar o 1,2 bares me parece más ajustado.
Ahora bien, si bien, al bajar la presión conseguimos aumentar fricción del neumático con el terreno, esto conlleva, por el contrario, un mayor sufrimiento de sus flancos, de sus laterales. Es por lo que en determinados terrenos pedregosos o mixtos en los que haya piedras con cantos afilados, es recomendable, siempre en mi opinión, llevar los neumáticos a la presión de recomendada por el fabricante, o incluso un poco más.
No obstante, hay quien oponía que incluso en terrenos con piedras afiladas es recomendable, también, bajar presiones. Defienden que al tener la rueda una mayor flexibilidad o adaptabilidad al terreno la goma se adapta, abrazando la piedra, de forma que evita que esta se clave en ella. Esta opinión, creo que se centra más en las piedras que pisamos, las que quedan por debajo de la banda de rodadura y no en las que dejamos a los lados. En mi opinión, basada en mi experiencia personal, básicamente en las veces que he pinchado, cuando nos enfrentamos a terrenos con piedras con cantos afilados supone bastante mayor el riesgo un flanco débil o flácido que la ventaja que aporta la adaptabilidad. En mi caso las veces que he pinchado fuera de carretera ha sido por cortes en los laterales, no por pinchazos en la superficie de rodadura. Por eso sigo defendiendo que en caso de terreno mixto con riesgo de que encontrarnos piedras con cantos afilados, es mejor mantener las presiones recomendadas para carretera
Por último, conviene no olvidar que circulando con la presión más baja aumenta el riesgo de desllantar, de sacar los bordes de los neumáticos de la cuna de la llanta, de la "U", con el consiguiente problema. Por lo que, con presión baja, nuestra conducción deberá ser más suave, menos brusca, menos agresiva, intentando no llevar las ruedas al límite. En este punto es donde entran en juego tanto el tipo y características de los neumáticos que montemos, como del tipo de llantas que llevemos, en función de las características de unos y otras el margen de las presiones puede variar con las comentadas más arriba.