El Rescatador Rescatado.
Antes de directamente al contenido del blog, permitidme comentaros que me gustaría que esta entrada de blog sirva como expresión de mi agradecimiento a nuestros rescatadores, @emabarra2_4x_extremadura (Instagram) y SOS4x4Extremadura (telegram), a Pedro Calero de Transiberiana4x4, así como, a todo el resto de grupos de telegram y Whatsapp y a todas aquellas personas de esta pequeña familia que formamos el 4x4 que estuvieron ahí de una forma u otra. Sirva también, como expresión de mi orgullo por ser uno más de vosotros y por poder compartir con todos vosotros esta forma de vida.
El rescatador rescatado. Lo que os voy a contar pasó el pasado 24 de marzo, jueves. Era el ultimo día de la ruta que hicimos desde Montalegre (Portugal) a San Esteban del Valle (Avila, España).
La ruta la hicimos los tres últimos “Extremaos” que quedamos, (a falta que se na en futuro próximo alguien más). Una ruta de seis días, en principio tranquila, aunque se complicó un poco por el mal tiempo que nos hizo toda la semana. Salvo el primer día, nos llovió todos los días en abundancia. Casi todo el invierno sin llover y coincide la semana de más lluvias con nuestro viaje. Es lo que hay, por lo menos toda esa lluvia ha servido para que la situación de sequia se atenué un poco.
El caso es que ese ultimo día, Pierre y yo fuimos por carretera a San Esteban del Valle. Pierre se había quedado sin frenos traseros, las pastillas y los discos completamente desgastados, al frenar chocaba mental contra metal. Bien podría haber hecho él solo viaje, creo que fueron 116 kms, pero me pareció que era mas seguro si íbamos los dos, por lo que pudiera pasar.
Rafa, por su parte, decidió acabar la ruta en solitario. Aunque hacía muy mal tiempo, lluvia casi todo el tiempo, los caminos por los que pasábamos no presentaban gran dificultad por el barro, eran bastante transitables a pesar de estar tan mojados, además él ya había pasado por las zonas que iba a pasar y conocía, en principio, los caminos. En cualquier caso, estaríamos permanentemente en contacto.
Pierre y yo, llegamos sin contratiempo a San Esteban del Valle, fuimos despacito, prácticamente de paseo, y estábamos allí poco antes de la hora de comer. Enseguida nos dispusimos para que Pierre, en el garaje de Angel, pudiera cambiar los discos y las pastillas. Angel se había encargado de traerlas desde Madrid. Por un pequeño contratiempo no pudimos hacer la reparación hasta el viernes por la mañana, así que el Defender de Pierre estuvo fuera de combate jueves y viernes.
Pero poco antes de la hora de comer recibo una llamada de Rafa, que se había salido del camino, se había caído a un lado del camino, el agua de un gran charco le había expulsado fuera y tenía hundido medio coche en el agua. Me pedía que fuera a rescatarlo. Estaba cerca de Navalmoral de la Mata a hora y media de San Esteban. En ese momento decidimos ir al rescate.
En principio pensamos que el tema sería sencillo así que cogimos solo mi coche y Angel y yo fuimos prestos a por él. Como os digo, Rafa se encontraba a una hora y media de donde estábamos nosotros en un camino a escasos kilómetros de Navalmoral por la carretera del cementerio hacia adelante.
Cuando llegamos al camino en el que estaba Rafa, tomamos un desvió entre dos fincas, a un kilometro y medio escaso de donde se había quedado Rafa. Nada mas entrar al camino vimos un gran charco de agua, una primera poza, nosotros pensamos que era un simple charco de los tantos que habíamos atravesado esa semana y que lo atravesaríamos sin mayores problemas, así que entramos decididos, sin excesiva velocidad pero también sin ninguna precaución especial.
Nada mas entrar en el charco el coche se hundió de pronto más de un metro, cayó a plomo en un agujero de más de un metro de profundidad. Al caer, por la sorpresa, el Defender se me caló y Angel y yo nos mirábamos con cara de sorpresa preguntándonos qué había pasado.
Repuestos de esta primera impresión arranqué el coche sin mayores problemas e intenté salir de la poza sin éxito, estábamos atascados, hundidos, en mitad de un charco no muy grande pero increíblemente profundo. No había forma de salir de allí sólo con el motor, hicimos todo lo posible, metimos bloqueo central, las cortas, remamos con la dirección, etc.. pero el coche no se movía de su sitio. Al contrario, daba la impresión de que solo conseguíamos que se hundiera más. Al final Angel tuvo que salir por la ventana del copiloto y nos dispusimos a tirar de winch. En dos intentos con el winch, a pesar de que no había un lugar de anclaje suficientemente fiable, conseguimos salir del apuro.
Rafa seguía atascado más adelante así que decimos seguir en su busca. Además, estaba, en principio, descartado volvernos por donde habíamos venido y tener que pasar la poza por segunda vez. Por ambos motivos la única alternativa viable en aquel momento era seguir adelante.
Pocos metros más adelante otra poza, algo más grande que la anterior. Precavidos esta vez por la experiencia la estudiamos, no lo suficiente hay que reconocerlo, no me bajé del coche a inspeccionar el terreno. Simplemente vimos como por la parte derecha parecía que estaba más seco el terreno y creímos que por allí sí podríamos pasar.
Nada mas lejos de la realidad, al intentar atravesarla volvimos a quedarnos atascados, ahora de costado, en una poza aún más profunda que la anterior. Esta vez no estaba todo el coche metido, solo una parte, la parte izquierda. Como hicimos antes, tiramos rápidamente de winch. En un primer momento, el coche fue saliendo, pero como no contábamos con un lugar de anclaje apropiado el cable se quedo corto, no había más recorrido para poder tirar. Decidimos soltar el anclaje e intentar anclar el cable un poco más lejos, para tener más distancia y poder salir con más solvencia. Intentamos varios puntos, pero fue imposible, ninguno ofrecía la resistencia suficiente y fallaron por el empuje del winch.
Ante esta situación decidimos intentar tirar un poco más desde el punto de anclaje inicial, desde el que habíamos podido ya recorrer media poza, permitiéndonos colocar el coche casi fuera, nos faltaba menos de medio metro para salir. Eso pensaba yo en aquel momento, hoy creo que no nos bastaba con poner las ruedas delanteras en tierra, más o menos, firme para ser capaces de salir conduciendo.
El caso es que al sujetar de nuevo el winch al primer lugar de anclaje falló. En un primer intento, hizo el ruido de funcionar, parecía funcionar, pero no recogía cable, para en segundo intento no hacer ya nada ni ruido y dejar de funcionar definitivamente.
Fue en ese momento cuando nos dimos cuenta de que estábamos tirados los dos, Rafa desde hacía casi dos horas y Angel y yo desde ese momento. Pensamos rápido alternativas de rescate. Pierre estaba en San Esteban pero sin coche, con las ruedas y los discos de freno traseros desmontados, imposible que pudiera venir a rescatarnos, estaba sin coche. Podría coger el coche de Angel, pero tampoco, Angel se había traído sus llaves consigo. La situación pintaba complicada.
Como primera alternativa, aunque sin ninguna esperanza llamamos al RACE, nos cogió los datos y puso en marcha su mecanismo de rescate. Al rato me llamo el chico de la grúa me explicó que ya había hablado con Rafa y que éste le había dicho que ni se acercara, que él se iba a quedar tirado mucho antes que nosotros venía con una simple grúa, que necesitábamos algo más adaptado, digamos, que una simple grúa de carretera.
En todo, caso, hago mención aquí al RACE por que me gustaría mencionar que el chico de la grúa estuvo muy implicado desde el primer momento con nuestro rescate. Siento no saber como se llama para para poder mencionarle aquí. Por su parte y sin nosotros pedirle nada se prestó a buscar un tractor, a buscar a alguien que nos pudiera rescatar, la verdad es que el chaval se portó muy bien, mucho más de lo que yo entiendo era su deber. Al final su intervención no fue necesaria, pero a pesar de eso me dio su móvil y me dijo que, si no podíamos salir, él intentaría buscar alternativas. Como os digo un chico muy involucrado, encontrar gente así da mucha tranquilidad y que queréis que os diga confianza en la gente. Por ahí hay mucha gente que merece la pena, como veréis a continuación.
En cualquier caso, a la vez que llamamos al RACE dimos la voz de alarma en el chat de rescate de whatsapp del Club Land Rover Todo Terreno de España del que somos miembros, así como los grupos de SOS 4x4 de toda España, en concreto en el de Extremadura, en el que yo puse mi móvil. También, hablamos por teléfono con amigos y conocidos de la zona, es especial con Pedro Calero de Trasiberiana 4x4, se puso así en marcha una maquinaria de rescate impresionante y sumamente eficaz.
Al poco recibí una llamada de teléfono de José Antonio Gómez de @embarra2_4x4_Extremadura (instagram) en la que me dijo que venía para allí, que ya conocían el terreno, que habían sacado a varios de esas pozas en anteriores ocasiones; que no nos preocupáramos que ellos nos sacarían y que si no podían ya buscarían algún tractor. Me comentó que había intentado hablar con el dueño de la finca colindante al camino por si pudiera ir con algún tractor, pero que estaba fuera. También me dijo, que en ese momento él estaba trabajando que tenía que organizar algo en el curro, pero que en media hora o así se presentaría allí.
Así es como en menos tiempo del que nos había dicho se presentaron Jose Antonio con su Nisan GR súper preparado para estos menesteres y Jacinto con su Jeep. Jose Antonio, como veréis en los videos paso como si nada por esas pozas con esas ruedas y nos rescató a Rafa y a Mi, en el video os muestro lo que nos dió tiempo a grabar. La verdad es que es esas circunstancias no lo último que piensa uno es en grabar videos, aunque después le hubiera gustado poder haber tenido la sangre fría para hacerlo para recordar todo lo ocurrido con mayor claridad.
No os cuento más en palabras lo que podéis ver en el video, aunque, como os digo, sea poca cosa, porque las imágenes hablan por si mismas y en este caso describen la situación mejor que todas las palabras que y yo pueda escribiros aquí.
Escribo este blog, como ya os he comentado al principio, con la intención principal de agradecer a todos los implicados, en primer lugar a Jose Antonio, a Jacinto por acudir y rescatarnos, a Pedro Calero por estar ahí y mover sus hilos entre bambalinas poniendo todos los recursos de que disponen a nuestra disposición. Por agradecer su apoyo a todos los que estuvieron pendientes del rescate, que me consta que fueron muchos. Gracias a todos vosotros, esos desconocidos, que formáis parte, que formamos parte, de esta familia del 4x4 tan dispuesta a dejar lo que están haciendo y acudir al rescate del que lo necesita simplemente por el orgullo de haber podido echar una mano.
Por otra parte, no quiero cerrar este blog, sin pediros a todos los que formamos parte de esta familia del 4x4, que si en algún momento tenéis, tenemos, la oportunidad de echar una mano a algún compañero, no dudéis, por favor, en aportar lo que podáis, porque cuando vosotros lo necesitéis sabed por seguro que siempre hay alguien por ahí que está dispuesto a hacerlo.
Sirva, por tanto, esta entrada de blog de sumo agradecimiento y de muestra de orgullo de pertenecer a esta gran familia que formamos todos. Cada uno en su apartado, a su forma, 4x4 extremo, overlanders, ruteros, o simples domingueros del off-road, como nos queramos cada uno calificar, todos somos miembros de un mismo espíritu. Así que, con el orgullo de ser uno más de vosotros, os muestro aquí mi agradecimiento a todos los que cuando hay que estar, ¡estáis!